Vero y J, dos seres maravillosos, con un encanto casi mágico. Me permitieron ser testigo del amor que se tienen, en un día para recordar por siempre… en un hermoso lugar en el Delta del Tigre, con el cielo completamente cubierto por nubes, que dejaban caer gotas de agua creando un ambiente soñado…
Gracias por ser ustedes mismos ante mis lentes !!!